Yogui Ramacharaka. El Espíritu del Orientalismo
William Walter Atkinson
El hombre cuyo retrato se observa sobre estas líneas es uno de los precursores de aquello que hoy denominamos “La Nueva Era” y sus libros, escritos bajo diferentes seudónimos, contribuyeron al cambio profundo de la mentalidad de Occidente en el siglo XX. William Walter Atkinson, es en si mismo, una leyenda que se ha inmortalizado bajo el nombre de Yogui Ramacharaka. Sus obras, verdaderos manuales de orientalismo, siguen siendo el modelo sobre el cual se ha construido un sinnúmero de corrientes espiritualistas en la que el sincretismo entre la ontología y la cosmovisión oriental y el cristianismo, dieron nacimiento a una manera diferente de concebir la religiosidad.
Catorce Lecciones sobre Filosofía Yogui y
Ocultismo Oriental es su
obra más conocida, pero apenas el cimiento de un edificio que construyó a lo
largo de toda su vida y que constituye, en su conjunto, una verdadera
enciclopedia práctica de esa espiritualidad emergente. Esta obra es también
precursora de infinidad de libros posteriores de autoayuda, pues en definitiva,
más allá de un libro erudito, Catorce Lecciones es justamente eso:
Un verdadero curso de autoconocimiento en el que el lector se ve llevado,
suavemente, a un progresivo examen y exploración de su ser, descubriendo a poco
de leer, que es capaz de vislumbrar esa concepción extraordinaria del Yo
Superior, una suerte de subjetivación del alma humana que ha cambiado
de manera radical a miles y miles de lectores a lo largo del tiempo.
La historia nos dice
que el verdadero Yogui Ramacharaka fue un filósofo y espiritualista nacido en
la India hacia fines del siglo XVIII. Su derrotero lo llevó a una extensa
búsqueda, de lamasterio en lamasterio, antiguas bibliotecas y archivos en los
que tanto hindúes como británicos atesoraban las obras fundamentales de la
sabiduría de Oriente. Este hombre encontró su discípulo a edad madura. El joven
elegido tenía apenas ocho años y era hijo de una familia de brahamines; se
llamaba Baba Barata. Ramacharaca se ocupó personalmente de la instrucción del
muchacho por el resto de su vida hasta que, intuyendo el final encomendó a su
discípulo que se asegurara de que aquellos conocimientos no se perdieran.
A la muerte de
Ramacharaka, Baba Barata ya convertido en un maestro, siguió el camino de otros
grandes yoguis orientales, viniendo a América para asegurarse que aquél
conocimiento se difundiese. Se cree que llegó a Chicago en 1893, casi para la
misma época en la que Swami Vivekananda cautivaba a la elite intelectual
americana. Baba Barata conoció a Atkinson años después, en 1900.
Ambos hombres trabaron
una profunda amistad y una relación maestro-discipulo en la que Atkinson,
abogado de profesión, pondría su pluma y su habilidad al servicio de las
enseñanzas de Baba Barata. Convinieron que estas lecciones serían publicadas
bajo el seudónimo de aquel maestro hindú de Baba Barata: Yogui Ramacharaka.
Este fue el inicio de
un largo camino que llevó a Atkinson a comprometerse con esta filosofía
fundando la Atkinson School of Mental Science hacia 1905. También fundaría
las revistas Suggestion y New Thought y Advanced Thought en Chicago.
Su carrera literaria no se detuvo hasta su muerte. Publicó bajo varios
seudónimos, entre ellos Magus Incógnito y hay serios
indicios de que habría sido uno de los Tres
Iniciados que escribieron la actual versión de El Kybalión.
Es por ello que
Atkinson permanece en vigencia, proyectando al mundo la luz de su alter ego:
Yogui Ramacharaka. Sus Catorce Lecciones sobre Filosofía Yogui y
Ocultismo Oriental han sido y son el método más eficaz para comprender
la constitución septenaria del hombre según la filosofía hindú del mismo modo
que las leyes fundamentales que rigen nuestra vida cotidiana. Se describen de
manera clara cuestiones cruciales y complejas tales como la vida después de la
muerte y la Ley del Karma. Pero la obra va más allá y establece los primeros
pasos para un reordenamiento de la vida cotidiana, poniendo especial énfasis en
la vida sana, la importancia del agua, de la respiración y de una mente
entrenada en la armonía y la luz, temas que luego retomará en obras específicas
que seguramente comentaremos más adelante. En síntesis, un libro imprescindible
de un autor que influyó de modo profundo en nuestra visión del mundo y de nuestro
lugar en él. Si no lo leyó, lo invitamos a hacerlo, pues se trata de una
verdadera travesía al corazón del orientalismo.
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