Bienvenido a la Comunidad "Senderos de Oriente" de Editorial Kier

Le damos la bienvenida a la Comunidad Senderos de Oriente KIER. Dicen los antiguos rituales que “…Así como desde Oriente se levanta el Sol para iluminar el mundo, desde allí también se ha esparcido su sabiduría para beneficio de todos los hombres…” En este sitio encontrará comentarios e información sobre las obras más importantes, publicadas por Editorial KIER, sobre la Antigua Sabiduría de la India, China, Tibet, Japón… el horizonte espiritual desde el que se extiende la Luz que alumbra al mundo.

domingo, 19 de mayo de 2013

El Cuerpo Astral y otros fenómenos astrales

Arthur E. Powell, autor de El Cuerpo Astral, es uno de los escritores que más ha contribuido a la difusión de la teosofía entre el público occidental. Sus obras, basadas en la más ortodoxa doctrina teosófica, constituyen un resumen general de la denominada constitución oculta del hombre, en la que descansa gran parte de toda la estructura ontológica oriental.

Su primera publicación, El Doble Etérico, editada en 1944, sería el primer eslabón de una sucesión de libros que tratan de las diversas estructuras o cuerpos que conforman al ser humano. Los teósofos han denominado con el nombre de División Septenaria del Hombre, separándola en un cuaternario inferior integrado por El Cuerpo Físico con su Doble Etérico, el Cuerpo Astral, el Cuerpo Pránico y la Mente de Deseo (o también denominada Kama Manas) y en una terna superior que recibe los nombres de Manas (mente), Budi (mente espiritual) y Atma (espíritu superior).



Luego de publicado El Doble Etérico, Powell arremetió con la tarea de continuar con el estudio de esta división septenaria y así nació esta segunda obra que hoy comentamos, dedicada exclusivamente a recopilar los principales estudios sobre El Cuerpo Astral y otros fenómenos astrales.

La existencia de este cuerpo sutil ha sido estudiada por todas las religiones, en todas las épocas, asumiendo distintas denominaciones de acuerdo al lugar. Pero si de algo estamos seguros es que las llamadas experiencias astrales están presentes en nuestras vidas, casi cotidianamente, más allá del nombre o de la significación que le queramos dar.

El Cuerpo Astral –dice Blavatsky- es la sombra o contraparte etérea del hombre. En efecto, puede considerarse que el cuerpo astral del hombre es un vehículo que, a la vista de un clarividente, no parece muy diferente del cuerpo físico. Está rodeado de un aura que ha sido motivo de interés permanente por parte de los investigadores y que hoy puede verse a través de diversos métodos técnicos. (Puede consultarse en Librería Kier por la lectura del Aura).

Se trata del vehículo por medio del cual el hombre expresa sus sentimientos, sus pasiones, deseos y emociones. Los teósofos creen que es un puente entre el cerebro físico y la mente, la cual actúa en un vehículo superior llamado precisamente Cuerpo Mental.

El Cuerpo Astral ha despertado profundo interés porque, aunque raramente lo percibimos de manera consciente, nuestra vida transita en una constante experiencia de “lo astral”. Es el vehículo en el que nos movemos durante el sueño; es el hilo que nos mantiene conectados con los aspectos superiores de esa división septenaria (Manas, Budi y Atma) y es, en definitiva, el cuerpo que sobrevive a la muerte del cuerpo físico, siendo vital en el tránsito que nos llevará a los planos que existen más allá de la frontera de este mundo. Tanto el hecho de que el cuerpo astral nos permita manejarnos con cierta libertad del cuerpo físico durante el sueño, como el que tenga especial protagonismo en la etapa post mortem nos permite vislumbrar la importancia que posee desde el punto de vista espiritual y filosófico. Es el cuerpo astral el que transitará por las distintas regiones que, a menudo, se confunden con cielos e infiernos. Es el conocimiento del cuerpo astral lo que nos conduce a descifrar el fenómeno de las apariciones o la sensación de conocer un lugar que nunca hemos visitado físicamente.
Por ser el vehículo de nuestras emociones, resulta de particular importancia para entender cuestiones esenciales de la psicología y comprender muchos fenómenos que son vinculados con el ocultismo.

El libro de Powell constituye uno de las mejores recopilaciones hechas sobre el conocimiento, naturaleza y fenomenología del mundo astral y del vehículo que utilizamos a diario para recorrerlo. El autor forma parte del reducido grupo de teósofos que han estructurado e interpretado la Doctrina Secreta dada a conocer en su momento por Helena P. Blavatsky. Su lectura es una puerta a la sabiduría de Oriente y resulta imprescindible en la biblioteca de todo investigador del alma humana.

Cabe señalar que Editorial Kier ha publicado gran parte de sus obras, en particular aquellas que describen la constitución oculta del hombre y el Sistema Solar. 

lunes, 29 de abril de 2013

Ashtanga Vinyasa Yoga

Alejandro Chiarella nos presenta el método y las claves para la práctica de un Yoga dinámico, adecuado para la vida moderna y nuestra cultura occidental: Ashtanga Vinyasa Yoga

Sabemos que el origen de la palabra Yoga proviene de la raíz sánscrita yug, que significa unión. Su antigüedad se remonta a la India milenaria y hace referencia a la unión del alma individual con la divinidad; pero también admite otras interpretaciones.
Dice Alejandro Chiarella:

“ Yoga es un estado de la mente donde las ondulaciones se aquietan, la mente se calma, se aclara y concentra y no se distrae de sus habituales movimientos involuntarios… De esta manera se actualiza la unión con el momento, la presencia… El estado de Yoga está más allá del mundo de los pensamientos, de la opiniones, del ir y venir de la cabeza; está más bien relacionado con el silencio por debajo de los pensamientos, así como el papel lo está en las palabras escritas…”




Unos de los textos más antiguos que se conocen sobre esta disciplina son los denominados Yoga Sutras de Patanjali, escritos hace aproximadamente 2.300 años, aunque es probable que la práctica del Yoga se remonte a cinco milenios. Son justamente estos textos atribuidos al filósofo y pensador hindú Patanjali los que dicen que el Yoga es ese estado de la mente en el que las ondulaciones se aquietan.

La obra escrita por Alejandro Chiarella describe el método conocido como Ashtanga Vinyasa Yoga. El término Ashtanga puede traducirse como “ocho peldaños” en tanto que Vinyasa significa “ir a través”. Podríamos decir que este método para la práctica individual propone un Yoga que se realiza a través de ocho peldaños. Chiarella afirma haber encontrado en este sistema una forma dinámica de Yoga adecuada para la vida moderna y la sociedad occidental. Lo define como una forma de Yoga fuerte y enérgico.

El lector se encontrará con un libro eminentemente práctico, en el que el autor vuelca una vasta experiencia adquirida de manera directa con grandes maestros de este sistema en centros internacionales dedicados al Ashtanga Vinyasa Yoga. La potencia de la respiración y los movimientos entre las posturas lo llevaron a definirlo como una “meditación en movimiento”, un “Gran Mandala”  al que decidió dedicarse plenamente.


Chiarella estudió Ashtanga Vinyasa Yoga con instructores de Nueva Zelanda, Australia y Estados Unidos de América. Luego lo haría con Sri Pattabhi Jois, heredero de este sistema y su máximo exponente, junto a su nieto Sharath Ransanwami. Finalmente traería el método a Buenos Aires en el que continúa expandiéndose en la actualidad.

El Ahstanga, o las “ocho prácticas” han sido extraídas de los mencionados Yoga Sutras de Patanjali y se dividen tal como sigue:

1.- Yama (Comportamiento)
2.- Niyama (Comportamiento Interno)
3.- Asana (Posturas del Yoga)
4.- Pranayama (Control de la Respiración)
5.- Pratyahara (Llevar los Sentidos Adentro o propiocepción)
6.- Dharana (Concentración)
7.- Dhyana (Meditación)
8.- Samadhi Iluminación)


El Vinyasa, ese “movimiento”, el “ir a través” son las prácticas respiratorias que se realizan entre las asanas (posturas). En una metáfora muy apropiada Alejandro Chiarella  explica que el Ashtanga es una suerte de rosario en el que las perlas son las posturas y las Vinyasas el hilo que las une.

La primera parte del libro no sólo explica estas características del Ashtanga Vinyasa Yoga sino que aborda sus efectos fisiológicos y pránicos. La segunda parte está dedicada por completo a la práctica con numerosas ilustraciones que permiten avanzar en los primeros pasos.

Ashtanga Vinyasa Yoga de Alejandro Chiarella nos propone un Yoga dinámico con métodos y claves para el desarrollo de una práctica individual que numerosos lectores encontrarán apropiado para incorporar en el ritmo de vida de nuestra cultura occidental. 

domingo, 21 de abril de 2013

Un verdadero manual de "Meditación Práctica"


¿Qué es la Meditación? ¿Cómo practicarla? El libro de B. K. Jayanti, “Meditación Práctica” (Yoga Espiritual para la Mente) es una excelente respuesta a ambas preguntas.



La meditación es una práctica muy antigua, extendida a lo largo de la historia tanto en Occidente como en Oriente. Hasta fines del siglo XIX, cuando comenzaron a penetrar en Europa las corrientes filosóficas provenientes de la India, los occidentales dábamos a la palabra “meditación” una connotación de actividad intelectual, en tanto que definíamos a la “contemplación” como una actividad de la mente más dirigida al hecho religioso. Pero a partir de la expansión de las doctrinas teosóficas, que trajeron consigo la llegada de los grandes yoguis provenientes de la India, el término fue cambiando su sentido para llegar al que hoy le atribuimos y que la autora define como “el proceso de llegar a conocerte a ti mismo por completo, conocer tanto a quien eres por dentro como el modo en que reaccionas a lo que está afuera.

El libro de Jayanti, directora europea de la Universidad Espiritual Mundial Brahma Kumaris,  resuelve de una manera sencilla la explicación de lo que significa  la palabra “meditación”, vinculándola directamente a la paz que subyace debajo de todo el ruido, el estrés y la hiperactividad que sufre el ser humano en el mundo actual. La armonía interior y la sanación de esa ruptura de la paz interior son el centro de este manual de meditación práctica, en el que la autora -discípula de los más grandes maestros en esta disciplina- nos describe un programa de prácticas que pueden comenzarse en el mismo momento en que se abre el libro ante nuestros ojos.

El método alrededor del cual giran las enseñanzas del movimiento Brahma Kumaris es el conocido como Raja Yoga, que literalmente significa Yoga Real y que es uno de los tipos más tradicionales del Yoga, vinculado justamente a la meditación y el entrenamiento de la mente. Es por ello que la autora define a su libro “Meditación  Practica” como un manual de yoga espiritual para la mente.


El libro está pensado para un uso inmediato. Despojado de condicionamientos previos, Jayanti invita al lector a pasar a la práctica con un programa de meditación cotidiana mediante el cual -dedicando un breve período de tiempo al levantarnos y al terminar nuestras actividades- podemos acceder paulatinamente al control de nuestro equilibrio. La forma de hacerlo es simple, pues el único requisito es el de disponer de un lugar en el que podamos recogernos del ruido y la distracción y que estemos dispuestos a dejar de lado, por un momento, las preocupaciones y atenciones externas para concentrarnos en el objetivo de comprender quienes somos. Esta pregunta, que en definitiva encierra el gran desafío que se leía en el pórtico del Templo de Delfos -“Conócete a ti mismo”- nos lleva naturalmente hacia otros temas fundamentales en el arte de la meditación. Jayanti nos propone, a través de las prácticas, un diálogo con el alma y el descubrimiento de esa herramienta misteriosa que denominamos mente, sobre la que habitualmente no tenemos mayor control.

De este modo, con una pequeña práctica diaria nos vamos abriendo paso en un terreno que pronto nos hace conscientes de la necesidad de recuperar el equilibrio perdido, de comprender la naturaleza del karma y de la experiencia trascendente de nuestra relación con Dios, al que Jayanti menciona como “El Supremo”.

El libro culmina con la definición de los ocho poderes que se desarrollan con el Raja Yoga; poderes que están al alcance de quien tenga la voluntad de dedicarle un mínimo tiempo a la meditación yogi. Nacida en la India y radicada en Inglaterra desde pequeña, la autora de “Meditación Práctica” vuelca en este libro su propia experiencia, la que la llevó a dedicar su vida a intentar cambiar el mundo a los veintiún años.  

Si usted está buscando una puerta amena y sencilla a la meditación yogi, este es el libro indicado. No lo dude. Por supuesto, editado por Kier. 

lunes, 28 de enero de 2013

El Bhagavad Guita de acuerdo a Gandhi

De todos los libros que se han escrito en la historia del hombre, apenas un puñado ha alcanzado el carácter de universales, constituyéndose en patrimonio de la humanidad y superando las barreras culturales, nacionales y religiosas. Uno de esos libros es el Bhagavad Guita, título que traducido del sánscrito significa “Canto del Señor”.

Su dimensión trasciende la literatura, aunque pueda considerarse un monumento literario. Excede el marco de la ética y se yergue como una obra que contiene la esencia de la espiritualidad de la India. Sin embargo tampoco se agota allí, porque alcanza una dimensión metafísica, lo que la hace única en su género y motivo de estudio y meditación por parte de los filósofos.


Como es sabido, el Bhagavad Guita es un poema que forma parte de una obra más vasta, llamada Mahabarata –La Gran Epopeya- que junto al Ramayana conforman la columna vertebral del hinduismo. Sin embargo, ésta edición de Editorial Kier tiene varias particularidades que conviene señalar. La primera es que se trata de la traducción vernácula realizada por el Mahatma Gandhi, un hombre que nació en el hinduismo y logró la libertad de su nación, la India, de un modo diferente a cualquier otro que en el pasado se hubiese imaginado. Su filosofía de la no violencia, que ha marcado un hito en la historia de la humanidad, tiene profundas raíces en la filosofía emanada del Bhagavad Guita, obra con la que tomó contacto a edad temprana, hacia 1888, cuando leyó la traducción en verso realizada por Sir Edwin Arnold. A partir de allí Gandhi confiesa haber leído muchas traducciones, hasta que finalmente realizó la suya propia, que es la que hoy estamos presentando.

Otra particularidad que hace a esta edición única es la presentación del Padre Ismael Quiles, fundador de la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del Salvador y figura prominente de la filosofía en nuestro país. Su introducción enmarca la obra con una precisión destacable. Finalmente está prologado por Sri Swami Chidananda, discípulo nada menos que de Swami Sivananda y su sucesor al frente de The Divine Life Society.

Imagen de Krishna y Arjuna

Si bien no existe una fecha definida para situar la aparición del Bhagavad Guita, la mayoría de los estudiosos la establece, aproximadamente, en el siglo II a.C. Pero, ¿Qué es lo que convierte a esta obra en universal? Su argumento plantea un dilema ancestral: la lucha del hombre contra el hombre, es decir, la lucha del hombre contra sí mismo. A lo largo del poema, el príncipe Arjuna, al frente de su ejército y acompañado del divino Krishna, intenta comprender por qué razón debe batirse en batalla contra un ejército en el que puede reconocer a sus mismas raíces, a gente de su propia sangre y a hombres cuyas virtudes respeta. Este preludio de la tragedia humana es la excusa para un diálogo que impacta por su dimensión moral y por su profundidad filosófica. Pero la guerra entre estos dos ejércitos, los pandavas y los kuravas, está lejos de plantearse como una guerra material. No se trata de un manual acerca de las artes militares, sino de un diálogo en el que se describe la futilidad de la guerra. Arjuna, frente al angustioso deber de llevar a sus hombres al combate, inquiere a Krishna sobre el significado de la acción, y ese diálogo resulta en la descripción del hombre perfecto, que no es otra cosa que el reflejo de Krishna, que encarna a la divinidad misma.

El análisis del deseo y de la ira; la comprensión de la naturaleza de la acción correcta; el conocimiento como expresión del servicio desinteresado; la indagación acerca de la realidad; la realización del yoga y la disciplina de la mente, son algunos de los tópicos que se suceden a través de ese diálogo que penetra profundamente en nuestro interior porque, todo el tiempo, nos está hablando de nosotros mismos.

Gandhi logra la traducción más cercana a la vivencia directa del mensaje contenido en el poema. Sabe que el Bhagavad Guita representa la cúspide y la apoteosis del Mahabarata, la “Gran Epopeya” de la humanidad que es también la del hombre como individuo. Escribe un fragmento memorable bajo el título de “El Mensaje del Ghita” en el que parece estar hablando de su propia experiencia. A partir de allí se desliza en el texto, con comentarios y aclaraciones que lo convierten en más accesible en su lectura.

Por esa razón y por otras que el lector descubrirá a poco de abrir el libro, esta edición de Editorial Kier nos acerca a las páginas más sublimes del pensamiento de la India, cuya impronta se ha extendido a toda la raza humana impregnándola de una espiritualidad perenne.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

A los pies del Maestro


En el campo de la espiritualidad hay fenómenos que se manifiestan cíclicamente, como si nos recordaran que la llama de nuestro espíritu inmortal está allí, esperando que alguien la despierte de su letargo. Fueron muchas las almas que se sacudieron cuando, en 1911, apareció la primera edición en inglés de A los pies del Maestro, firmada bajo el seudónimo de Alcyone, detrás del cual se perfilaba uno de los grandes filósofos del siglo XX: Jiddu Krishnamurty (1895-1986). 

No tardaría en aparecer la versión española de Editorial Kier, que se convirtió en la herramienta más eficaz para difundir esta obra en Hispanoamérica, que hoy sigue siendo un clásico de la literatura oriental, particularmente de las corrientes teosóficas.



Como ocurre con los grandes legados del orientalismo, se trata de una obra pequeña en tamaño y enorme en su impacto sobre la mente y el corazón. De algún modo conforma una trilogía que la une espiritualmente a otras dos obras maravillosas que ya hemos comentado. Nos referimos a Luz en el Sendero, de Mabel Collins y a La voz del Silencio, de Helena P. Blavatsky. Quien se ha asomado alguna vez al fascinante mundo de la filosofía oriental no ha podido permanecer ajeno al mensaje de estas tres obras, editadas en nuestra colección Joyas Espirituales.

A los pies del Maestro, publicada cuando Krishnamurty tenía apenas dieciséis años, lleva en su introducción la marca de una época en la que los Maestros de Oriente irrumpieron en un mundo que avanzaba rápidamente hacia el materialismo y en el que era necesario buscar aquellos dispuestos a no dejar morir la llama. De allí que el libro comience con una dedicatoria a “los que llaman”, recordándonos de algún modo el antiguo axioma que dice que a aquél que llama se le abrirá. Pero también comienza con un ruego:

¡Conducidme desde lo ilusorio a lo Real. Conducidme de las tinieblas a la Luz. Conducidme de la muerte a la Inmortalidad!

De este modo simple, el joven Krishnamurty, convertido en vehículo de su Maestro, plateaba tres grandes dilemas del alma humana, y ponía un marco al que sería su búsqueda permanente. ¿Qué es lo Real? ¿Cómo discernir lo real de lo ilusorio? ¿Cómo apartarnos de las tinieblas y alcanzar la Luz? ¿Cómo comprender la fragilidad de la vida pero, a su vez, descubrir nuestro ser inmortal, nuestra esencia divina? Este triple desafío está contenido en el puñado de hojas que nos regala el autor de A los pies del Maestro.

Otra de las características que colocan a la obra en la cumbre de la literatura teosófica es la generosidad de la propuesta. El autor sabe que coloca al lector ante el mayor desafío de su vida: Buscar lo Real, la Luz y la Inmortalidad. Inmediatamente le propone una guía segura, precisa, plena de amor, pero también de rigor. Krishnamurty advierte que no basta escuchar al Maestro, sino que debe practicarse lo que él aconseja. Dice que debemos prestar atención a cada palabra, a cada insinuación.

Como depositario de una tradición que debe transmitir, propone cuatro premisas sobre las que habrá que meditar, escuchar y luego guardar en el corazón: Discernimiento, Carencia de  Deseos, Buena Conducta y Amor.

Estas cuatro cualidades atraviesan toda la cultura de Oriente y están en la base del hinduismo en el que nace Krishnamurty, en el seno de una familia de brahamines, pero también se encuentran en el budismo. El problema del discernimiento es un aspecto fundamental de la cultura de Oriente, y es por allí donde Krishnamurty nos hace entrar en el laberinto de nosotros mismos, planteándonos la cuestión fundamental del deseo, que nos impide vivir la plenitud de la libertad espiritual; hablándonos de la conducta y del amor  en armonía con el mensaje de todos los grandes Maestros de la Humanidad.

Muchos se han preguntado a qué Maestro hace referencia Krishnamurty. Definitivamente no lo sabemos, pero tampoco resulta relevante. Sin embargo, es evidente que en el texto se perciben los temas esenciales de su vida, y de su propia búsqueda que se prolongó hasta su muerte, ocurrida en 1986, cuando su mensaje ya había llegado a todo el mundo.

Como una llave maestra que abre la puerta a un horizonte luminoso, este libro nos conduce a la plenitud del amor, entendido como la búsqueda del sentido de la experiencia humana. Es un libro que susurra, que parece hablar a alguien que espera adentro nuestro. Por esa razón, y por muchas otras que el lector encontrará en sus páginas, se torna imprescindible, como una mano amiga a la que siempre encontramos, dispuesta a conducirnos de las tinieblas a la Luz.

lunes, 22 de octubre de 2012

El Libro Egipcio de los Muertos


El Papiro de Ani es uno de los documentos más subyugantes del antiguo Egipto y la versión más acabada del denominado Libro Egipcio de los Muertos. Su traducción se debe a la pluma de Ernest Wallis Budge, egiptólogo, orientalista y filólogo inglés que sentó las bases de la egiptología e inspiró a una pléyade de estudiosos que continuaron su obra. La edición de Editorial Kier de El Libro Egipcio de los Muertos –traducida al español por Héctor Morel- es de carácter imprescindible para todo aquél que se dispone a estudiar el mundo misterioso de la religión egipcia y una fuente de consulta obligatoria si se pretende comprender en profundidad el sentido que los egipcios le otorgaban a la vida de ultratumba.


Para comprender la importancia de esta obra es necesario subrayar que, si bien suele darse el título de Libro de los Muertos a las ediciones confeccionadas durante la dinastía XVIII y siguientes, Wallis Budge remonta la costumbre de los sepelios rituales de los difuntos al año 4500 A.C. Esta práctica se prolongó hasta los primeros siglos de la era cristiana y alcanzó su apogeo en la época en que este manuscrito fue escrito para Ani, un importante personaje que es descripto como el “Escriba real de Tebas, supervisor de los señores de los graneros de Abydos, y Escriba de las Ofrendas de los señores tebanos”. Wallis Budge encontró este manuscrito en una tumba cercana a la ciudad de Luxor y se le atribuye una antigüedad que lo remonta al año 1500 A.C.
Para los egipcios, tal vez como para ningún otro pueblo, la muerte y la vida no eran más que dos caras de la misma moneda. Ellos creían que había una sola Vida que se deslizaba sobre sus dos pies, la vida y la muerte, en un ciclo que se repetía hasta que el alma del difunto se fundiera con el Espíritu Solar. Resulta inconcebible para nuestra mentalidad moderna, que los egipcios ahorrasen durante toda su vida para pagar una buena momificación, a la que consideraban como un paso al más allá que aseguraba su supervivencia en el Amenty, la morada de los bienaventurados en el reino de Osiris. De allí que El Libro Egipcio de los Muertos fuese de la mayor importancia y que éste se haya perfeccionado a través de los milenios hasta alcanzar la complejidad y belleza que encontramos en el Papiro de Ani.
La obra de Wallis Budge se destaca por varios aspectos. El primero de ellos porque recorre la evolución del Libro Egipcio de los Muertos desde la protohistoria egipcia hasta su apogeo. Luego, porque el Papiro de Ani proviene del centro espiritual más misterioso del antiguo Egipto ubicado en el eje sagrado Tebas-Luxor, y por último porque el libro no se limita a la descripción del papiro hallado por el propio autor sino que conforma un ensayo completo en el que se aborda la temática en toda su extensión.
La introducción es un verdadero manual de egiptología que enseña acerca de la leyenda de Osiris, de la naturaleza de la vida de ultratumba, del concepto egipcio de Dios, de las moradas de los bienaventurados, de las técnicas de momificación que, según la tradición, se remontaban al propio Anubis, y todo esto acompañado de una descripción acabada de la geografía sagrada y la mitología egipcia.
Pero Wallis Budge también nos ofrece una visión general del idioma jeroglífico que, partiendo de los trabajos iniciados por Champollión y ampliados por Gastón Máspero, logra reconstruir la fonética de la versión del Papiro de Ani. Quizás el valor más sorprendente de esta edición es la transcripción del documento completo y su traducción total al español, en un contexto general tan amplio.
Ernest Wallis Budge escribió más de ciento cincuenta libros de los cuales El Libro Egipcio de los Muertos es considerado su obra cumbre. El Papiro de Ani fue reinterpretado por muchos de sus discípulos, sin embargo su obra ha quedado inmortalizada y su legado continúa hasta el presente gracias a las becas de investigación que concede la “Lady Wallis Budge Fund” para los estudiantes de egiptología de las universidades de Oxford y Cambridge.
En síntesis, uno de los pilares de la egiptología y la llave a la comprensión de la momificación y el posterior “Juicio de Osiris”, el ritual funerario más misterioso y complejo de la historia de la humanidad. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Reencarnación. Swami Abhedananda


Sri Swami Abhedananda, autor de Reencarnaciónes uno de los autores más prolíficos de la denominada corriente vedantina difundida en Occidente por importantes brahamines entre los que se destacó, junto con Sri Swami Vivekananda y otros grandes yoguis. Vivió en una época signada por el auge del Orientalismo en Europa, que coincidió con el interés suscitado por las doctrinas de Teosofía. Fue uno de los principales dirigentes de la Vedanta Society, intelectual de gran envergadura e incansable viajero.

Swami Abhedananda

Su libro “Reencarnación” es un ensayo crítico, escrito con el objeto de plantear la alternativa de la teoría reencarnacionista -propia de las religiones de Oriente en general y de la Vedanta en particular- frente a las ideas post mortem occidentales,. De allí que, en el centro del análisis, Abhedananda establezca una confrontación entre Reencarnación y Herencia, Reencarnación y Evolución, Resurrección y Encarnación frente al análisis científico y una concepción general del concepto de “Transmigración”. El libro representa un desafío ético y ontológico, es decir, nos coloca frente al dilema de la vida después de la muerte, pero también –y principalmente- frente a una concepción particular de la denominada Constitución Oculta del Hombre, estableciendo las relaciones entre cuerpo, mente, alma y destino. Dentro de la vasta bibliografía que se ha publicado sobre el tema, este ensayo sigue siendo de una originalidad absoluta, pues a diferencia de muchas otras obras, contiene el conocimiento decantado de un alma peregrina, surgida de las entrañas mismas de la milenaria India.




Abhedananda nació el 2 de octubre 1866 con el nombre de Kaliprasad Chandra, en el norte de Calcuta. En 1884, a la edad de 18 años, cuando se disponía a terminar sus estudios, viajó a Dakshineswar y conoció a Sri Ramakrishna. Este encuentro cambiaría su vida. Decidió abandonar su casa y seguir los pasos del viejo maestro, que ya estaba enfermo. Considerado discípulo y heredero espiritual de Ramakrishna y uno de los más lúcidos entre los maestros del hinduismo, la obra de Abhedananda ha sido de gran importancia no sólo en la India sino en Europa, Estados Unidos de América y otros países de Occidente, como Canadá y México.

A la muerte de Ramakrishna, acaecida en 1886, Kaliprasad se sumergió en un profundo estado de sadhana (meditación), hasta que finalmente se convirtió en sannyasi -una suerte de monje mendicante- que lo llevó a vivir durante diez años, viajando por toda la India. Para entonces ya era conocido como Swami Abhedananda. Durante su período de asceta vivió de las limosnas que le ofrecían a su paso, como es constumbre en la India con los hombres santos. En esta etapa de su vida forjó su fama de orador enérgico, yogui consumado y escritor prolífico.

Pasada una larga temporada en el Himalaya viajó a Londres para unirse a Sri Swami Vivekananda que se encontraba empeñado en difundir la filosofía Vedanta en Europa. Posteriormente en 1897, y a pedido del propio Vivekananda, se haría cargo de la sede de la Vedanta Society, establecida en Nueva York. Regresó a la India en 1921, luego de haber viajado durante más de 25 años por distintos países. Un año después, en 1922, cruzó el Himalaya a pie para llegar al Tibet. Aquí se abre una etapa misteriosa de su vida, porque además de estudiar la filosofía budista y el lamaísmo, se cree que descubrió un antiguo manuscrito sobre los años perdidos de la vida de Jesús, interesándose profundamente por el cristianismo.

Este interés de Swami Abhedananda por las religiones –especialmente el cristianismo y el budismo- a los que debe sumarse su estancia en Inglaterra y América explican las numerosas citas eruditas de sus libros, que no se limitan a una exposición de la Reencarnación desde la concepción exclusivamente vedantina, sino que explora el problema de la transmigración de las almas en libros de la tradición judía, como el Talmud y el Zohar o en textos cristianos, específicamente en los Evangelios.

Murió el 8 de septiembre de 1939 en la sede de la escuela Vedanta, que había creado en Darjeeling. Su legado es inmenso. Su libro “Reencarnación” sigue arrojando luz sobre uno de los temas más apasionantes de la espiritualidad contemporánea.