De todos los libros que
se han escrito en la historia del hombre, apenas un puñado ha alcanzado el carácter
de universales, constituyéndose en
patrimonio de la humanidad y superando las barreras culturales, nacionales y
religiosas. Uno de esos libros es el Bhagavad Guita, título que traducido del
sánscrito significa “Canto del Señor”.
Su dimensión trasciende
la literatura, aunque pueda considerarse un monumento literario. Excede el
marco de la ética y se yergue como una obra que contiene la esencia de la
espiritualidad de la India. Sin embargo tampoco se agota allí, porque alcanza
una dimensión metafísica, lo que la hace única en su género y motivo de estudio
y meditación por parte de los filósofos.
Como es sabido, el
Bhagavad Guita es un poema que forma parte de una obra más vasta, llamada
Mahabarata –La Gran Epopeya- que junto al Ramayana conforman la columna
vertebral del hinduismo. Sin embargo, ésta edición de Editorial Kier tiene
varias particularidades que conviene señalar. La primera es que se trata de la
traducción vernácula realizada por el Mahatma Gandhi, un hombre que nació en el
hinduismo y logró la libertad de su nación, la India, de un modo diferente a
cualquier otro que en el pasado se hubiese imaginado. Su filosofía de la no
violencia, que ha marcado un hito en la historia de la humanidad, tiene
profundas raíces en la filosofía emanada del Bhagavad Guita, obra con la que
tomó contacto a edad temprana, hacia 1888, cuando leyó la traducción en verso
realizada por Sir Edwin Arnold. A partir de allí Gandhi confiesa haber leído
muchas traducciones, hasta que finalmente realizó la suya propia, que es la que
hoy estamos presentando.
Otra particularidad que
hace a esta edición única es la presentación del Padre Ismael Quiles, fundador
de la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del Salvador y figura
prominente de la filosofía en nuestro país. Su introducción enmarca la obra con
una precisión destacable. Finalmente está prologado por Sri Swami Chidananda, discípulo
nada menos que de Swami Sivananda y su sucesor al frente de The Divine Life
Society.
Imagen de Krishna y Arjuna
Si bien no existe una
fecha definida para situar la aparición del Bhagavad Guita, la mayoría de los
estudiosos la establece, aproximadamente, en el siglo II a.C. Pero, ¿Qué es lo que convierte a esta
obra en universal? Su argumento plantea un dilema ancestral: la lucha del
hombre contra el hombre, es decir, la lucha del hombre contra sí mismo. A lo
largo del poema, el príncipe Arjuna, al frente de su ejército y acompañado del
divino Krishna, intenta comprender por qué razón debe batirse en batalla contra
un ejército en el que puede reconocer a sus mismas raíces, a gente de su propia
sangre y a hombres cuyas virtudes respeta. Este preludio de la tragedia humana
es la excusa para un diálogo que impacta por su dimensión moral y por su profundidad
filosófica. Pero la guerra entre estos dos ejércitos, los pandavas y los
kuravas, está lejos de plantearse como una guerra material. No se trata de un
manual acerca de las artes militares, sino de un diálogo en el que se describe
la futilidad de la guerra. Arjuna, frente al angustioso deber de llevar a sus
hombres al combate, inquiere a Krishna sobre el significado de la acción, y ese
diálogo resulta en la descripción del hombre perfecto, que no es otra cosa que el
reflejo de Krishna, que encarna a la divinidad misma.
El análisis del deseo y
de la ira; la comprensión de la naturaleza de la acción correcta; el
conocimiento como expresión del servicio desinteresado; la indagación acerca de
la realidad; la realización del yoga y la disciplina de la mente, son algunos
de los tópicos que se suceden a través de ese diálogo que penetra profundamente
en nuestro interior porque, todo el tiempo, nos está hablando de nosotros
mismos.
Gandhi logra la
traducción más cercana a la vivencia directa del mensaje contenido en el poema.
Sabe que el Bhagavad Guita representa la cúspide y la apoteosis del Mahabarata,
la “Gran Epopeya” de la humanidad que es también la del hombre como individuo.
Escribe un fragmento memorable bajo el título de “El Mensaje del Ghita” en el
que parece estar hablando de su propia experiencia. A partir de allí se desliza
en el texto, con comentarios y aclaraciones que lo convierten en más accesible
en su lectura.
Por esa razón y por
otras que el lector descubrirá a poco de abrir el libro, esta edición de
Editorial Kier nos acerca a las páginas más sublimes del pensamiento de la
India, cuya impronta se ha extendido a toda la raza humana impregnándola de una
espiritualidad perenne.
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